Carles Baguer, conocido como «Carlets» en su tiempo, (Barcelona, marzo de 1768 - 29 de febrero de 1808) fue compositor y organista de la catedral de Barcelona.
Recibió su formación musical por parte de su tío, Francesc Mariner, compositor y organista de la catedral de Barcelona. Se convirtió en organista suplente de la sede en 1786 y, al morir Mariner en 1789, lo reemplazó, hasta su propio fallecimiento en 1808. Sus interpretaciones e improvisaciones al órgano le dieron mucho nombre, pero su contribución más importante recae en su labor como compositor. Algunos de sus discípulos fueron Mateo Ferrer (que sustituyó a Baguer en el cargo de organista de la catedral), Ramón Carnicer (entre los años 1806 y 1808) y, posiblemente, Bernat Bertran. Rafael de Amat y de Cortada, Barón de Maldà, en el Calaix de sastre da noticia de la interpretación de varias de sus obras y de múltiples apariciones suyas interpretando o improvisando, y menciona un rifirrafe que tuvieron Baguer, organista, y Francesc Queralt, maestro de capilla de la catedral de Barcelona, para ver quién interpretaba el oratorio del Viernes de Pasión del 1796. Finalmente se cantó el Oratorio de los dolores de Francesc Queralt.
Aunque Carles Baguer recibió las órdenes sacerdotales, renunció al estado eclesiástico en 1801. Murió en 1808, el mismo día que las tropas francesas ocuparon la Ciudadela y Montjuïc
Su aportación más importante, seguramente, fueron un conjunto de diecinueve sinfonías en estilo clásico que muestran la influencia de maestros italianos y alemanes y, muy especialmente, de Franz Joseph Haydn y que hacen de Baguer el principal compositor sinfónico de la época en la península. Completan su producción orquestal un concierto para dos fagotes y orquesta (uno de los pocos que se conocen para esta formación), una pastoral para la fiesta de Navidad, y un concierto para corno inglés y orquesta, que no se ha encontrado.
También compuso abundante música religiosa (misas, magnificados, salmos), donde destacan los grandes oratorios de su última época, que compuso para la iglesia de San Felipe Neri y para la catedral de Barcelona. Asimismo es autor de mucha música instrumental para órgano y para otros instrumentos de teclado (sonatas, rondós, minuetos, variaciones) y unos serie de seis dúos para flautas traveseras, una de las pocas muestras de música de cámara catalana del siglo XVIII. En el campo de la música vocal escribió villancicos, arias, cavatinas, polonesas y una ópera, que estrenó en Barcelona en 1797, La principessa filosofa.
Sus obras se conservan en diversos archivos catalanes (Barcelona, Montserrat, Canet de Mar, Olot, Cervera, Esparreguera, Vilafranca, Gerona, Manresa ...) y otros en el resto de la Península (Barbastro, Toledo ...)
Recibió su formación musical por parte de su tío, Francesc Mariner, compositor y organista de la catedral de Barcelona. Se convirtió en organista suplente de la sede en 1786 y, al morir Mariner en 1789, lo reemplazó, hasta su propio fallecimiento en 1808. Sus interpretaciones e improvisaciones al órgano le dieron mucho nombre, pero su contribución más importante recae en su labor como compositor. Algunos de sus discípulos fueron Mateo Ferrer (que sustituyó a Baguer en el cargo de organista de la catedral), Ramón Carnicer (entre los años 1806 y 1808) y, posiblemente, Bernat Bertran. Rafael de Amat y de Cortada, Barón de Maldà, en el Calaix de sastre da noticia de la interpretación de varias de sus obras y de múltiples apariciones suyas interpretando o improvisando, y menciona un rifirrafe que tuvieron Baguer, organista, y Francesc Queralt, maestro de capilla de la catedral de Barcelona, para ver quién interpretaba el oratorio del Viernes de Pasión del 1796. Finalmente se cantó el Oratorio de los dolores de Francesc Queralt.
Aunque Carles Baguer recibió las órdenes sacerdotales, renunció al estado eclesiástico en 1801. Murió en 1808, el mismo día que las tropas francesas ocuparon la Ciudadela y Montjuïc
Su aportación más importante, seguramente, fueron un conjunto de diecinueve sinfonías en estilo clásico que muestran la influencia de maestros italianos y alemanes y, muy especialmente, de Franz Joseph Haydn y que hacen de Baguer el principal compositor sinfónico de la época en la península. Completan su producción orquestal un concierto para dos fagotes y orquesta (uno de los pocos que se conocen para esta formación), una pastoral para la fiesta de Navidad, y un concierto para corno inglés y orquesta, que no se ha encontrado.
También compuso abundante música religiosa (misas, magnificados, salmos), donde destacan los grandes oratorios de su última época, que compuso para la iglesia de San Felipe Neri y para la catedral de Barcelona. Asimismo es autor de mucha música instrumental para órgano y para otros instrumentos de teclado (sonatas, rondós, minuetos, variaciones) y unos serie de seis dúos para flautas traveseras, una de las pocas muestras de música de cámara catalana del siglo XVIII. En el campo de la música vocal escribió villancicos, arias, cavatinas, polonesas y una ópera, que estrenó en Barcelona en 1797, La principessa filosofa.
Sus obras se conservan en diversos archivos catalanes (Barcelona, Montserrat, Canet de Mar, Olot, Cervera, Esparreguera, Vilafranca, Gerona, Manresa ...) y otros en el resto de la Península (Barbastro, Toledo ...)

No hay comentarios:
Publicar un comentario