Los hombres mas semejantes, mas comunes, han tenido y siguen teniendo ventaja; mientras que los mas selectos, mas elevados, mas excepcionales y mas difíciles de entender corren fácilmente el riesgo de quedarse aislados, de perecer ante los peligros y de reproducirse en muy contadas ocasiones. Habrá que recurrir, pues, a fuerzas contrarias muy poderosas para poder hacer frente a ese avance natural, demasiado natural hacia lo semejante, que hace a los hombres cada vez mas parecidos, mas comunes, y mas vulgares.
Friedrich Nietzsche - Más allá del bien y del al -
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