sábado, 15 de octubre de 2011

El sistema frente a la Europa unida, y Europa unida

El sistema frente a la unidad de Europa.
Desde siempre, se ha temido a la Europa unida. Primero Reino Unido y luego los EE.UU, han centrado su política exterior en impedir que la unificación de Europa fuera posible. Reino Unido (o más bien los poderes que desde allí operan) hizo imposible el imperio español, luego el francés y más tarde el alemán. El centro de la estrategia angloamericana es mantener la división de Europa a toda costa.
El sistema ataca a Europa desde dentro, desde los mismos gobiernos y partidos que se disputan, no el poder, sino los puestos en la administración que les permitan negociar con los privilegios propios de su cargo. El poder político de verdad, queda para el sistema. Todos los partidos, todos los gobiernos de Europa en mayor o menor medida, son colaboracionistas con las fuerzas de ocupación.
Ya que no puede detener la marcha hacia la unificación de Europa, el sistema intenta sabotearla controlando sus instituciones, a sus políticos y a sus gobiernos; permite la unidad económica, pero sólo dentro del sistema liberal-capitalista. Mantiene una Europa-ilusión, que sólo puede pretender llegar a ser un reflejo de los EE.UU. Los políticos colaboracionistas, mantienen esa Europa-ilusión, y conducen a la Europa real a caminos sin salida, saboteando cualquier iniciativa que se aparte de la Europa-ilusión, aún cuando la única esperanza de libertad para Europa está fuera del sistema liberal-capitalista.
Otro frente de la lucha del sistema contra Europa son los medios de comunicación de masas. Basta ver los telediarios o leer los periódicos para comprobar cómo todos los medios de comunicación mantienen siempre el mismo punto de vista, sobre todo en lo que a noticias internacionales se refiere; y casi siempre, es el punto de vista contrario a los intereses europeos. Otro tanto se puede decir del cine. ¿A quién puede servir un medio que precisa cantidades cada vez mas astronómicas en sus presupuestos? Cada año salen de Hollywood, una o dos producciones que dicen ser “la más cara de la historia del séptimo arte” y estas superproducciones, suelen también acaparar la mayor parte de los premios. Este arte a golpe de talonario, sirve a quien financia la producción, es decir, a las multinacionales y a la banca, y obviamente, transmite valores, que diremos poco recomendables para no resultar hirientes. Hollywood, es para Europa la fábrica de pesadillas, el mayor publicista del American way of life y al mismo tiempo, quien procura mantener abiertas las viejas heridas de Europa.
Con los medios de comunicación, el sistema persigue la muerte de la cultura y los valores europeos y su sustitución por la “cultura” y los “valores” globalizados.

La Europa unida.
Hasta ahora hemos presentado un panorama bastante negro del presente y el futuro de Europa; pero las cosas no tienen por qué seguir siendo así. Las cosas pueden cambiar, porque como decíamos al comienzo del presente artículo, Europa es posible. Es posible pese a la incredulidad de los ciudadanos de Europa que son incapaces de imaginar un futuro común. Es posible pese a los políticos colaboracionistas y corruptos que nos dirigen (y así nos va) y por encima de todo, es posible pese al sistema que pretende impedir que Europa SEA.
La unidad de Europa no sólo es posible, no sólo es conveniente, es además indispensable. La Europa del siglo XXI, será una Europa unida o esclava. Ya hemos dicho, que el futuro pertenece a los grandes espacios geopolíticos, que Europa unida, por territorio, por capacidad industrial y por población, puede desbancar a los EE.UU. y a su plan de dictadura global. Pero para ello, Europa no puede ser un simple mercado común, ni siquiera una simple asociación de estados. Europa debe ser Estado, y debe ser Nación; es decir, ha de tener estructuras sociales y políticas unitarias, una voluntad de ser unitaria, una política exterior y de defensa firme e inequívocamente unitaria, y además ha de tener conciencia de ser. Un europeo de Sevilla, ha de sentir como conciudadano a uno de Munich o de Kiev.
Quizás pequemos de optimistas, pero creemos que la unidad psicológica de Europa está muy avanzada; y eso no deja de tener importancia. Cada vez mas ciudadanos se sienten europeos; la apertura de fronteras y la entrada en vigor del Euro, han tenido bastante que ver en esto.
Pero la unión psicológica no basta, hay que darle forma como ya hemos dicho, con estructuras y con conciencia. Europa ha de ser fuerte y unida, pero ha de respetar los particularismos étnicos. No ha de ser una suma de países cada cual tirando para sí, ha de ser una fusión de naciones. La Europa del futuro no será la de Francia, España o Alemania, será una Europa de pequeñas regiones con gran capacidad de autogobierno y construidas en base a la diversidad étnica de Europa. El gobierno ha de estar lo más cerca posible de los ciudadanos; y los particularismos étnicos han de ser respetados al máximo. De este modo, ninguno de los países actuales, predominará sobre los otros, sino que la nueva Europa, será una fusión natural de todas las etnias europeas. Los países son creaciones artificiales, las etnias son las células naturales que formarán el futuro Estado europeo.
La Europa unida, formará un nuevo polo de poder en el mundo que romperá el dominio de los EE.UU. y sus aliados, impidiendo el desarrollo de la estrategia globalizadora. Por eso, la Europa del futuro es el gran enemigo de los EE.UU. y por eso uno de sus objetivos estratégicos principales es que la unidad real de Europa no llegue a producirse jamás. Pero no nos engañemos, no son los EE.UU. y el sistema los únicos, ni siquiera los principales culpables de que la unidad de Europa no se lleve a cabo. La unidad de Europa está en manos de los europeos, y somos nosotros, en última instancia los responsables de nuestro destino. A nosotros nos toca decidir cuál será nuestro futuro y el de nuestros hijos; de nosotros depende el que Europa sea libre o esclava.

No hay comentarios:

Publicar un comentario